En nuestro último Crucero por el Mediterráneo a bordo del Ryndam de Holland America Line, realizamos escala en el Puerto de Livorno, desde el cual decidimos realizar una visita a Florencia. Aunque ya habíamos estado anteriormente en Florencia, es una ciudad con tanto encanto que nunca te cansarías de pasear por sus callejuelas para descubrir nuevos rincones de la ciudad.
Y como no..., volvimos a visitar el monumento más importante de la ciudad: El Duomo. La catedral de Santa Maria del Fiore o Duomo se abre paso, majestuosamente entre las pequeñas calles llenas de tiendas y cafeterías, atestadas de turistas.
La construcción de la catedral comenzó en 1296, justo encima de la antigua iglesia Santa Reparata, de la cual aún quedan algunos vestigios que se pueden visitar, bajo la catedral.
Unos de los elementos más impresionantes de la catedral es la cúpula, que fue construida por Filippo Brunelleschi. Mide 114 metros de altura y 45 metros de diámetro. Para subir hasta lo alto de la cúpula hay que pagar un ticket de 10 euros y subir un total de 463 escalones. No apto para corazones sensibles ;)
